Vivir porque sí. Esperando que algún día aparezca
una pizca de interés o un rasguño de emoción o incentivo por algo.
Casi por inercia. Esperar que los días
sean todos iguales. Solo para evitar el dolor que supone
seguir respirando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario